jueves, 25 de abril de 2013

Cristianos se marchan de Sudán perseguidos por su fe en Cristo


El gobierno de Sudán ha anunciado que dejará de conceder licencias para la apertura de nuevas iglesias cristianas en su país.

Las autoridades dicen que el crecimiento del cristianismo se ha estancado y que hay cada vez más templos abandonados en la región. En la capital, Jartum, y en otras ciudades del norte, se ha reducido la asistencia debido a que muchos se han marchado del país, según Christianity Today

Sudán es un país en el que, aunque no se impone aún la ley islámica, se persigue a los cristianos. La organización Puertas Abiertas le ha colocado en el puesto 12 de la lista de países más peligrosos para los cristianos.

 
Según el ministro Al-Fatih Taj, no hay necesidad “de conceder nuevas licencias porque las iglesias existentes son suficientes para acoger a los fieles”. Lo cierto es que la mayoría de los cristianos han optado por emigrar a Sudán del Sur para proteger su vida y sus familias.

Otra agencia misionera, la Christian Solidarity Worldwide, dice que la libertad de culto en Sudán está bajo ataque. En febrero informó que “al menos 55 cristianos vinculados a la Iglesia Evangélica en Jartum fueron detenidos sin cargos”.

Aunque el presidente de Sudán se ha comprometido a garantizar la libertad religiosa, el hecho de que no se quieran conceder más licencias muestra la progresiva deriva fundamentalista en el país centroafricano, que vive tiempos de conflicto con su reciente nuevo vecino, Sudán del Sur, a causa de un conflicto de fronteras que afecta a la producción de petróleo. El conflicto ha generado miles de refugiados a ambos lados de la frontera.

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